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Estamos en Inglaterra, en un cercano futuro. La revolución digital es un hecho pero la monarquía sigue existiendo. El primer episodio comienza con un vídeo. La princesa Sussanah (llamada “princesa de Facebook”, una suerte de Lady Di del siglo XXI) ha sido secuestrada y explica en un vídeo que será asesinada en unas horas si el primer ministro no paga un peculiar rescate. Lo que en 24 sería una sucesión de disparos, grtitos y muertes y en The West Wing un conflicto políitco y muchas negociaciones secretas, se convierte aquí en un inteligente estudio sobre los medios de comunicación. En un tiempo en el que todo el mundo lleva un smartphone en el bolsillo y tuitea a cada instante, la noticia se esparce como un virus. Medio planeta está pendiente de su pantalla (de TV, de PC, de iPad..) para ver qué ocurrirá con la princesa. Los tiempos han cambiado, el terrorismo ha sabido aprovechar la tecnología y el gobierno que no se adapte morirá. Contener la información ya no es posible y la opinión pública puede variar en unos minutos a causa de un vídeo subido a Youtube.